Flor de azuca

Flor de azuca

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Fernanda Palomino

Resumen

Lo único que le faltaba al Paraíso eran las plantas con ojos. Plantas vigilantes. Mi abuela decía que de tanto bañarnos encueros les saldrían ojos. Esa iba a ser la adaptación al morbo del reino Vegetal; la nuestra tuvo lugar en el Paraíso.


Y pensar que la flor del piropo, «Mi flor de azuca, mami», sería la primera en el salto evolutivo a la morbosidad. La ola de las décadas anteriores: «Háblale a tu matita, dile que es hermosa», tenía razón. Solo que el piropo no era para ellas. Antes de ver, ya eran buenas escuchando.

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