La novia del rey
La novia del rey
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Resumen
Era un domingo de verano en el que Eusebio Guillén y Beatriz Socarrás decidieron escapar del pueblo para casarse a escondidas de sus padres, quienes nunca aceptaron el idilio.
Eusebio era un joven flaco, alto, claro, de ojos cafés y cabello castaño; cogió su mochila, se colocó el sombrero y remangó su camisa, entró a la habitación de su mamá, tomó una alcancía que guardaba ella debajo de la cama, y la golpeó tan fuerte que los billetes y algunas monedas, cayeron regadas en el piso. Lo recogió todo. Saltó por la ventana de la habitación y huyó. La noche anterior, había acordado encontrarse con Beatriz en la estación del tren. Camino al encuentro, vio una flor amarilla que llamó su atención. La tomó y siguió. La flor se encontraba en un jardín moribundo, al lado de una casa abandonada a la entrada de la calle principal del pueblo. Beatriz, una joven delgada, de cabellera abundante, larga y lisa, vio llegar a Eusebio, quien le ayudó con su pequeña valija de cuero. Caminaron juntos hacia la taquilla, sacó de su mochila 40 centavos y compró los tiquetes.
La locomotora anunció su llegada con un estruendoso silbido.
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