Le falta un hervor: metáfora, metonimia e integración conceptual en expresiones figuradas para indicar incapacidad

Le falta un hervor: metaphor, metonymy and conceptual integration in figurative expressions to indicate incapacity



Patricia C. Hernández¹
Universidad de Buenos Aires
Université d’Orléans
Université de Rouen
ORCID: 0000-0002-2430-8611



Recibido: 12 de marzo de 2024
Aprobado: 15 de mayo de 2024


Resumen

Este artículo examina la locución faltar un hervor a algo o a alguien como instanciación del esquema de imagen de la carencia. Dentro del marco teórico de la Lingüística Cognitiva, se estudia el fenómeno a partir de la teoría de la metáfora, la metonimia y la integración conceptual para describir los mecanismos creativos que intervienen en la producción y la comprensión de tal formulación. Sobre la base de un corpus de enunciados efectivos, se realiza un análisis cualitativo que permite describir los modelos cognitivos que sustentan esta expresión: (i) el modelo del desarrollo pendiente, para marcar inmadurez, y (ii) el modelo del desarrollo inacabado, para sugerir falta de inteligencia. El análisis se extiende a otras formulaciones como le falta un jugador que muestran construcciones similares sobre el modelo del todo incompleto, empleado para insinuar incapacidad. Finalmente se caracteriza el valor retórico de estas expresiones con especial atención a la tensión existente entre eufemismo y lítote.

Palabras clave: metáfora, metonimia, blending, construcción, eufemismo.

Abstract

This paper deals with the Spanish locution faltar un hervor a algo o a alguien that instantiates the image schema of lack. Within the theoretical framework of Cognitive Linguistics, the phenomenon is studied on the basis of the theory of metaphor, metonymy and conceptual integration in order to describe the creative mechanisms involved in the production and comprehension of such expressions. On the basis of a corpus of effective utterances, a qualitative analysis is carried out to describe the cognitive models underpinning this expression: (i) the model of pending development, to mark immaturity and (ii) the model of unfinished development, to suggest a lack of intelligence. The analysis is extended to other expressions such as le falta un jugador which show similar constructions on the model of incompleteness, used to imply that someone is unintelligent. Finally, the rhetorical value of these expressions is characterised with special attention to the tension between euphemism and litotes.

Key words: metaphor, metonymy, blending, construction, euphemism.




Introducción

Si la expresión le falta un hervor proviene, manifiestamente, del universo gastronómico, como se observa en (1), su empleo se encuentra ampliamente extendido con sentido figurado, tal el caso de (2), enunciado en el que la construcción remite a la cortedad mental, como lo explicita la reformulación no tiene todos los bombillos encendidos:²

(1) Le falta un hervor a este puchero, / tengo las cervezas en el congelador, / sacaré algo de picar primero, / bienvenido, pasa, por favor. (s. f., España, https://elkanka.com/cancion/el-anfitrion/)

(2) Hace mucho tiempo que sigo a Marhuenda, y le escucho con atención, y he determinado que a este Sr. le falta un hervor. Yo no pienso que sea ni mala persona sino simplemente eso, no tiene todos los bombillos encendidos. (20-08-2015, España, http://www.eldiario.es/rastreador/Razon-dedica-paginas-Carmena-recogio_6_422117787.html, Corpus NOW)

Frecuente en el lenguaje informal, la secuencia aparece en el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE en línea) como locución verbal, con discriminación de dos significados: (i) faltar [a algo / alguien] un hervor, para indicar necesidad de “mejora, perfeccionamiento o madurez” y (ii) faltar [a alguien] un hervor, con matiz despectivo, para marcar falta de inteligencia, como en el caso de (2).³ Se advierte entonces que, en este último empleo, la expresión fija experimenta una especialización semántica puesto que se aplica solo a actantes con rasgo [+humano], restringe su significado y aumenta su grado de idiomaticidad.

En lo que respecta a la motivación de tal deslizamiento pragmático-semántico, sostenemos aquí que se trata de un fenómeno complejo de integración conceptual (Fauconnier y Turner, 2002, 2006 [1998]) en el que la proyección metafórica entre el dominio fuente de la cocción y el dominio meta de la maduración se combina con una compresión (2002: 89-102) según la metonimia de la causa por el efecto: la falta de desarrollo explica la incompetencia.

De acuerdo con esta hipótesis, la presente investigación propone (i) a partir de un estudio de enunciados efectivos, identificar los modelos cognitivos (Lakoff, 1987) que subyacen en cada uno de los dos significados descriptos por el diccionario, (ii) dado el carácter reticular de la arquitectura cognitiva, explorar otras expresiones pragmática y semánticamente similares con el objeto de verificar la coherencia de esos modelos, (iii) caracterizar los mecanismos creativos activados para la producción-comprensión de tales expresiones, (iv) proponer una sistematización de estas perífrasis desde el punto de vista construccional y (v) describir el valor retórico que adquieren en el discurso.

Enmarcado en los desarrollos de la Lingüística Cognitiva, nuestro estudio moviliza conceptos tales como los esquemas de imagen (Johnson, 1987) la metáfora conceptual (Lakoff y Johnson, 1980), la metonimia (Radden y Kövecses, 1999) y la integración conceptual (Fauconnier y Turner, 2002, 2006 [1998]). Se atiende particularmente a la productividad de la metáfora y la metonimia como mecanismos de extensión semántica (Traugott y Dasher,2004: 27) y, adicionalmente, se tratan las expresiones bajo análisis desde la perspectiva construccional de Goldberg (1995, 2006).

Sobre la base de ocurrencias documentadas en bases de datos y de producciones espontáneas en la web, se realiza un análisis cualitativo de 211 expresiones en uso en el español peninsular e hispanoamericano.

En las siguientes páginas, se presenta el marco teórico que inspira esta investigación así como el dispositivo de análisis y el cuerpo de datos (apartado 1). Seguidamente, se estudian los empleos discursivos de la expresión faltar un hervor para determinar su comportamiento semántico-pragmático y se extiende el análisis a otras construcciones de comportamiento similar que instancian un esquema de imagen de carencia (apartado 2). Luego se caracterizan las realizaciones recurrentes desde un enfoque construccional (apartado 3) y se examina el valor retórico que la expresión puede adquirir en el discurso (apartado 4). Finalmente, se esbozan las primeras conclusiones de este estudio.

1. Una aproximación a los mecanismos de nuestra matriz conceptual a partir del lenguaje en uso

Encuadrado en el enfoque cognitivo, nuestro análisis centra su atención en la construcción del sentido e integra el lenguaje a la cognición humana en general, con la consiguiente correlación entre ámbitos experiencial y lingüístico. A este respecto, se atiende a la existencia demodelos cognitivos idealizados (Lakoff, 1987) construidos por la experiencia física, social y cultural. Estas estructuras, que organizan nuestra información sobre el mundo, suponen interacciones típicas o frames (Fillmore, 1982), es decir rutinas culturalmente estandarizadas que brindan marcos de interacción socialmente compartidos para la comprensión de diferentes situaciones. Más particularmente, gracias a tales marcos, el conocimiento sobre una entidad supone la comprensión del todo en el que esta se encuentra inserta.

En este mismo sentido, convocamos aquí el concepto de esquemas de imagen—estructuraciones no proposicionales, flexibles y evolutivas— que organizan nuestra interacción con el entorno (Johnson, 1987), tal el caso del esquema parte-todo que incluye, en el caso que nos ocupa, la concepción de fases dentro de un proceso (Chaffin, Herrmann y Winston, 1988). En nuestra arquitectura cognitiva participan, asimismo, mecanismos productivos tales como:

(i) lametáfora conceptual (Lakoff y Johnson, 1980; Lakoff, 1987), de particular valor heurístico, mediante la proyección de elementos, propiedades y relaciones desde un dominio fuente, conocido y relacionado con la experiencia, hacia un dominio meta, más abstracto y menos familiar, con el que se establecen analogías.

(ii) la metonimia (Panther y Radden, 1999; Dirven y Pörings, 2003; Panther,Thornburg y Barcelona, 2009), sobre la base de correspondencias que permiten a una entidad conceptual proporcionar acceso a otra dentro de un mismo dominio cognitivo según relaciones parte-todo, causa-efecto, contenedor-contenido, etc.

Tales mecanismos se combinan de manera creativa para generar nuevas estructuras en un proceso constante, omnipresente e inconsciente de integración conceptual o blending (Fauconnier y Turner, 2002, 2006 [1998]) que habilita la creación de nuevos conceptos a partir de proyecciones selectivas desde diferentes espacios mentales, esto es estructuras conceptuales parciales y evolutivas que sustentan el pensamiento y el discurso (Fauconnier, 1984). Este dispositivo deja atrás la proyección binaria entre dominios, propuesta por la teoría de la metáfora conceptual, y plantea una red compleja de cuatro espacios correlacionados; así, a partir de dos espacios iniciales, se despliega una red de proyecciones parciales hacia dos nuevos espacios: un espacio genérico donde se elabora un esquema abstracto común a los dos inputs de base y un espacio integrador donde se efectúa el trabajo imaginativo de fusión conceptual que genera un blend, estructura emergente original, resultante de una integración selectiva de elementos provenientes de los dos espacios de entrada. Veremos más adelante que, a partir de dos inputs divergentes (uno correspondiente a la preparación de alimentos y otro al desarrollo), se genera, por proyección, un espacio integrador en el que la elaboración o la maduración, se conciben como un proceso de cocción.

En lo que respecta al lenguaje, privilegiamos aquí el concepto de gramática emergente (Hopper, 1987: 142) como continuo movimiento hacia una estructura que se caracteriza por ser provisoria y siempre negociable. Por tal razón, metodológicamente, esta investigación focaliza el lenguaje en uso, observando ejemplos auténticos analizados en contexto. A partir de estas premisas, analizamos 211 ocurrencias de la secuencia faltar un hervor y otras expresiones que aluden a una cocción insuficiente (un golpe de horno, una vuelta de microondas) así como a un elemento faltante (un jugador, una hilera de ladrillos, unos caramelos). Los enunciados examinados provienen de bases de datos (Corpes xxi, Corpus del español Now) y también de empleos espontáneos en la web. El cuerpo de datos comprende producciones tanto del español peninsular como hispanoamericano. Según la variedad de la que se trate, puede existir predominancia de determinadas expresiones. Aunque no se desarrollan aquí consideraciones sobre variedades diatópicas, se indica la fuente de cada enunciado propuesto como ejemplo. Aparecen realizaciones situadas en Argentina, Chile, Colombia, España, Perú y Uruguay.

A ello sumamos, como corpus de control, 74 enunciados en inglés provenientes de una publicación en línea de 245 formulaciones (Not to bright list de Dan Hersam) que ilustran el esquema de imagen de la carencia a partir de la noción de estructura incompleta.

2. El comportamiento pragmático-semántico de faltar un hervor

En las siguientes páginas, abordamos el empleo de la locución tanto en su alusión a la necesidad de mayor desarrollo como en su uso, frecuentemente despectivo, para indicar falta de inteligencia. Cada uno de estos estudios se encuentra seguido de una exploración de las expresiones similares empleadas en contextos afines.

2.1. Faltar [a algo / a alguien] un hervor: el modelo del desarrollo pendiente

Con el significado de “necesitar mejora, perfeccionamiento o madurez” (DRAE en línea), la locución faltar un hervor puede remitir tanto a cosas como a individuos. En ambos casos se acude, metafóricamente, al dominio base de la cocción para aludir al dominio meta de un proceso en curso.

Aplicada a objetos concretos, la predicación bajo análisis supone tratamiento insuficiente. En (3), por ejemplo, se sugiere una interrupción del proceso de escritura (se las han quitado de las manos). En (4), se considera que los sistemas informáticos actuales no han alcanzado el grado de desarrollo necesario y requieren perfeccionamiento. Nótese la coocurrencia del adverbio aún que sugiere un punto de referencia en un trayecto temporal que se infiere como inacabado.

(3) Da la impresión a veces de que hay novelas a las que les falta un hervor, que se las han quitado de las manos, literalmente, los editores o los agentes literarios […]. (Mancha, Luis, Generación Kronen. Una aproximación antropológica al mundo literario en España, 2006, España, Corpes XXI).

(4) Creo que el futuro irá por ahí: smartphones que, al llegar a casa, los conectarás al monitor, al ratón y al teclado, y funcionarán como ordenador completo. Los sistemas actuales ya tienden a esto, aunque a todos aún les falta un hervor. (29-04-2014, España, http://www.omicrono.com/2014/04/ubuntu-for-android-ya-no-esta-en-desarrollo-segun-miembros-de-canonical/, Corpus NOW)

Lo mismo sucede con entidades abstractas en curso de elaboración que todavía no han completado su proceso y requieren un toque final. En ocasiones, el estadio faltante se considera breve: en el caso del indulto mencionado en (5), por ejemplo, el entorno lingüístico orienta la lectura hacia un desenlace próximo (inminente, solo). En (6), hablando de una estrategia política acuerdista, se minimiza la insuficiencia (siempre se está a tiempo de darle un poco más de cocción) y se alerta sobre el riesgo de la situación inversa (lo malo es cuando se pasa el tiempo de cocción, eso sí que no tiene solución):

(5) La liberación del expresidente Alberto Fujimori es inminente. El indulto se está cocinando; solo le falta un hervor. Quien lo está consiguiendo contra viento y marea es Kenji, el hijo menor del “Chino” […]
(26-09-2017, Perú, http://diariocorreo.pe/opinion/escenario-post-indulto-776042, Corpus NOW)

(6) Y para eso es igualmente importante que la izquierda organizada […] siga en el pozo. […] Efectivamente, le falta un hervor, mas eso no es lo peor, porque siempre se está a tiempo de darle un poco más de cocción. Lo malo es, cuando se pasa el tiempo de cocción, eso si que no tiene solución. (04-04-2016, España, http://www.eldiario.es/politica/sugerencia-Garzon-confluencia-elecciones-Podemos_0_501850552.html, Corpus NOW)

La fórmula puede presentar diferentes grados de lexicalización. En efecto, en un corte sincrónico, una misma expresión metafórica puede tener, para diferentes hablantes, un sentido más o menos figurado dentro de un continuum de formulaciones con un grado variable de convencionalización. Así como en (5) y (6), le falta un hervor exhibe su origen como figura y se inserta en una metáfora extendida (se está cocinando, darle un poco más de cocción), en (7), el sustantivo hervor se ubica en un paradigma más abstracto y alude genéricamente a la deliberación faltante para llegar a un acuerdo. Adviértase, en el ejemplo, el contraste entre el plazo reducido para la conclusión del proceso (sólo falta un hervor para firmar el acuerdo) y la dificultad para arribar a un consenso (ese hervor está centrado en los temas más duros):

(7) Lo claro es que si bien se ha dicho que sólo falta un hervor para firmar el acuerdo, ese hervor está centrado en los temas más duros, en otras palabras, en los que durante más de 40 años han sido señalados por la insurgencia como las principales causas del conflicto armado. (15-05-2013, Colombia, http://www.elespectador.com/noticias/paz/acuerdos-y-desacuerdos-agrario-articulo-422218, Corpus NOW)

En lo concerniente a los actantes humanos, faltar un hervor remite con frecuencia a la falta de madurez y se presenta en contextos relacionados con la juventud, por ejemplo, en (8):

(8) ¿Por ser tan joven le han dicho que le falta un hervor? –En el Congreso en absoluto. Fuera sí que hay gente que dice que soy muy joven, pero también los hay que piensan lo contrario. (03-08-2012, España, http://www.diariosur.es/20120803/gente/alberto-garzon-entre-gente-201208031858.html, Corpus NOW)

Asociado a la inmadurez, el hervor faltante puede manifestarse por la carencia de criterio personal, por ejemplo, en (9), de carácter, en (10), de reflexión, en (11) y de habilidad para argumentar, en (12):

(9) Al Villares le falta un hervor. Le faltan tablas y criterio propio pues lo único que dijo era lo que otros le habia escrito y a veces hasta leia mal. (13-09-2016, España, http://elprogreso.galiciae.com/noticia/596486/beiras-ensalza-la-congruencia-villares-al-presentarse-por-su-tierra-mientras-otros-de, Corpus NOW)

(10) Sagitario, a veces te falta un hervor. Haces cosas que no quieres. Tus propios amigos te hacen hacer cosas que realmente tú no quieres pero, por no quedar mal ante ellos, prefieres ceder. Has de saber decir que no a las situaciones que no te interesan en la vida.(22-11-2018, Colombia, https://www.minuto30.com/horoscopo-del-dia-23-de-noviembre-de-2018/733756/, Corpus NOW)

(11) A ese chico le falta un hervor. Se le va la cabeza demasiado pronto, es muy impulsivo y en este negocio sobreviven los que tienen la cabeza fría y los que miden muy bien los pasos que dan. (Sáez Carral, Miguel, Apaches. Lucha por lo que importa cueste lo que cueste, 2014 España, Corpes XXI)

(12) El diputado del Parlamento Europeo de Ciudadanos, Javier Nart, y el diputado de Podemos, Pablo Bustinduy, debatieron en El Objetivo este 23 de abril 2017 sobre las elecciones francesas. Vista la paliza que recibió en forma de zascas, se puede constatar que al joven representante de Podemos todavía le falta un hervor. Nart se lo comió con patatas pillándole con el patrimonio de Mélenchon. (24-04-2017, España, http://www.periodistadigital.com/periodismo/tv/2017/04/24/javier-nart-le-mete-una-tunda-de-zascas-a-un-hijo-de-la-casta-podemita-hablas-igual-que-le-pen.shtml, Corpus NOW)

Tanto con actantes humanos como no humanos, la locución se sustenta en un modelo cognitivo que denominamos modelo del desarrollo pendiente puesto que se centra en un proceso que requiere completamiento y, con una mirada optimista, supone una evolución posible en el futuro. En todos los casos, con mayor o menor lexicalización, las expresiones analizadas instancian la metáfora ontológica El desarrollo es cocción.

Veamos algunas expresiones similares.

2.2. Expresiones similares que instancian el modelo del desarrollo pendiente

En el mismo sentido que faltar un hervor, la locución faltar un golpe de horno, alude también a un paso pendiente para el desarrollo completo de algo o de alguien. Aunque esta secuencia no ha sido objeto de estudio ni de descripción, se documenta en el discurso espontáneo, como en (13) y (14):

(13) Parque Nacional Jaaukanigás: “A este proyecto le falta un golpe de horno”, dijo el presidente de la Rural Augusto Gastaldo. (24/04/2023, Argentina, https://vialibre.ar/parque-nacional-jaaukanigas-a-este-proyecto-le-falta-un-golpe-de-horno-dijo-el-presidente-de-la-rural-augusto-gastaldo/)

(14) Vamos subiendo una escalerita. Empezás en el ascenso, después pasas a un club de Primera, después a un equipo grande… y ya va a llegar el tiempo de cada uno. Obvio que me gustaría dirigir a la Selección, pero me parece que a mi camada todavía le falta un golpe de horno, disparó el Turco. (21/07/2011, Argentina, https://442.perfil.com/noticias/copa-america-2011/2011-07-21-76747-falta-un-golpe-de-horno.phtml)

En (13), se trata de una entidad abstracta que, tal como se observó en los ejemplos (5)-(7), todavía necesita elaboración. En (14), el entorno lingüístico escenifica el proceso de preparación necesario para ser director técnico de una selección de fútbol y anticipa, en el futuro, el fin del proceso (ya va a llegar el tiempo de cada uno, pero a mi camada todavía le falta un golpe de horno). El mismo camino por recorrer se advierte en (15) y (16):

(15) Al chico se le reconocen las ganas y el talento, aunque se puede entender la prevención de sus entrenadores. Es evidente también que le falta un golpe de horno, que hay cualidades suficientes para encontrar un jugador grande, quizá una estrella, pero aún necesita ordenar su fútbol para que todas esas herramientas sirvan al propósito de ser cada día un mejor jugador. (02-02-2019, España, https://www.elconfidencial.com/deportes/futbol/2019-02-03/real-madrid-vinicius-bale-solari-banda-izquierda_1800318/, Corpus NOW)

(16) Te falta un golpe de horno para este show, yo no te conozco pero dicen que tenés algún talento, mostralo. Me gustó, estuvo correcto”, sentenció lapidario Polino y les dio un 5. (15-07-2016, Argentina, http://www.lanacion.com.ar/1918659-bailando-por-un-sueno-2016-fernando-vazquez-canto-en-vivo-y-nego-una-pelea-entre-marama-y-rombai, Corpus NOW)

En el ejemplo (15), dentro del contexto deportivo, se reconoce explícitamente que existen cualidades por desarrollar y se esboza una perspectiva de evolución (se le reconocen las ganas y el talento, pero aún necesita ordenar su fútbol). En (16), ejemplo extraído del universo del espectáculo, se juzga con severidad y se lanza un desafío a futuro instando a superar su desempeño (dicen que tenés algún talento, mostralo).

Más que tratar estos casos como simples variaciones de un fraseologismo, consideramos que se trata de expresiones metafóricas que instancian la metáfora ontológica El desarrollo es cocción, conceptualización que emerge de la experiencia cotidiana y del frame de la preparación culinaria, particularmente saliente en la praxis social. Tanto el hervor como el golpe de horno constituyen una fase del proceso, más general, de elaboración de platos y corresponden a lo que Chaffin, Herrmann y Winston (1988) consideran como una de las tres principales relaciones meronímicas a saber, parte-todo (asa-taza), materia-objeto (porcelana-taza), proceso-fase (crecimiento-adolescencia). Así como la adolescencia es una fase de transición entre la infancia y la adultez dentro del proceso total de crecimiento de los individuos, la cocción es un paso particularmente saliente de la preparación de los alimentos: en la elaboración de un plato, si bien el lavado, pelado de verduras, trozado de vegetales o carnes, etc. son indispensables, los diferentes modos de cocción (asar, hervir, guisar, etc.) resultan particularmente significativos asociados a la distinción entre lo crudo y lo cocido.

En términos de Fauconnier y Turner (2002, 2006 [1998]), faltar un hervor o un golpe de horno puede analizarse como una red espejo (2006 [1998]: 341) en la que, desde dos espacios mentales de entrada (por una parte, la cocción, y, por otra, el desarrollo de algo o alguien), se proyectan elementos hacia un tercer espacio que detecta genéricamente los elementos y las relaciones en juego y habilita la emergencia, en un cuarto espacio integrador, de una fusión imaginativa en la que el proceso de elaboración de una entidad concreta o abstracta así como la maduración de una persona se conceptualizan como un proceso de cocción con pasos a seguir para alcanzar un resultado óptimo. En este caso, la integración conceptual se sustenta en una proyección metafórica desde el dominio de la cocción hacia el dominio del desarrollo y la maduración.

Examinemos seguidamente la especialización semántica de la locución bajo análisis.

2.3. Faltar [a alguien] un hervor como insinuación de cortedad mental: el modelo del desarrollo inconcluso

Tal como se consigna en el DRAE (en línea), la expresión interviene en contextos en los que se evoca la cortedad mental. Así como en (2) la locución se correlaciona con la imagen no tiene todos los bombillos encendidos, en (17), se asocia con otra expresión, del español peninsular, que alude a la falta de condiciones naturales para algo (donde no hay mata no hay patata). De modo más general, en (18), el entorno lingüístico (lelo, ángel de Dios) escenifica la falta de inteligencia; lo mismo sucede en (19) con la alusión a algún tipo de tara y la comparación con un aparato de funcionamiento incoherente:

(17) Lo siento, pero leyendo las declaraciones de Alonso a lo largo de su trayectoria, solo puedo pensar que a este tío le falta un hervor. Porque se puede ser chulo y egocéntrico, pero decir tantas tonterías, tan distintas y contradictorias no es chulería, es que “donde no hay mata no hay patata”. (28-08-2017, España, http://www.marca.com/motor/formula1/gp-belgica/2017/08/28/59a41a6e268e3e10638b46a3.html, Corpus NOW)

(18) Estoy seguro que la entrevista de Evole a Rajoy será un referente en el futuro próximo. Anticipo que Rajoy saldrá tocado. Tal vez Evole quiere hacer un programa de humor, sacar a un lelo para hablar de politica puede hasta resultar gracioso. Espero que Jordi no se ensañe con este “angel de Dios” (así llamaba mi abuela a los que les falta un hervor). (25-03-2016, España, http://www.infolibre.es/noticias/politica/2016/03/26/mariano_rajoy_salvados_46835_1012.html, Corpus NOW)

(19) — ¿A Paco le ocurre algo? — ¿Algo? — Sí, algo. Que si le falta un hervor, que si tiene algún tipo de tara… — Pero ¡¿qué dices?! — Que sí tía. Cada vez que habla conmigo es como un expendedor de caramelos Pez con información random innecesaria. (Martínez Álvarez, David (Rayden), El acercamiento de la mujer cactus y el hombre globo, 2023 España, Corpes XXI)

Nótese que, en estos ejemplos, faltar un hervor, para significar la falta de inteligencia, cancela el desarrollo pendiente e instancia el modelo del desarrollo inacabado, vale decir imperfecto, sin posibilidad de mejora.

Un caso interesante de ambigüedad entre ambos modelos se presenta en (20) por el juego de palabras entre le falta un hervor y huevo poché, es decir cocido en agua muy caliente pero sin llegar a hervir. Se entiende que, en el ejemplo, la intención primera de la crítica apunta a la falta de capacidades cognitivas (un ácido palito, la ironía) pero que, hábilmente (con picardía), la destinataria del calificativo neutraliza la insinuación de insuficiencia cognitiva (desarrollo inconcluso) orientando su interpretación hacia la falta de madurez (desarrollo pendiente): pasa que soy bastante más joven.

(20) En ese mismo comunicado, el hombre de la galera lanzó un ácido palito para Lourdes al tildarla de “huevo poché” […] Acto seguido, [Lourdes] manifestó su desconcierto respecto del calificativo de “huevo poché” y Yanina Latorre explicó la ironía: “Como que te falta un hervor”. Pícara, Lourdes Sánchez replicó con una referencia a la madurez de Aníbal Pachano: “Pasa que soy bastante más joven…” (07-06-2019, Argentina, https://www.ciudad.com.ar/espectaculos/anibal-pachano-picante-contra-lourdes-sanchez-diga-chato-prada-vuelva_118377, Corpus NOW)

Puede advertirse que el mecanismo que habilita este juego discursivo se sustenta en un dispositivo complejo de integración conceptual que excede la proyección metafórica estudiada en el apartado anterior. En efecto, dentro de un proceso evolutivo, la falta de maduración, sugerida por la cocción pendiente, no se correlaciona directa y necesariamente con la falta de inteligencia: para sugerir la carencia cognitiva se requiere, en el espacio de integración, no solo la fusión entre cocción y desarrollo sino también una operación complementaria de compresión de la relación causa-efecto. Mediante esta manipulación inconsciente, determinados eventos individuales (conceptualizados como efectos de un evento previo) se fusionan para generar un entendimiento global de la causalidad (Fauconnier y Turner, 2002: 75-77). Tales conceptualizaciones sedimentan frames compartidos que intervienen en operaciones de completamiento de la información. Así, la causa (el desarrollo inacabado) refiere metonímicamente al efecto (el desempeño cognitivo insuficiente).¹⁰ Tal inferencia se respalda en el frame compartido sobre los procesos incompletos (que no llegan al punto óptimo previsto) y en el esquema de imagen parte-todo (que incluye las fases necesarias para un desarrollo total). En el ejemplo (20), quien replica ante la crítica, procede a desmontar esta figura compleja, cancela la conexión metonímica que remite a la cortedad intelectual y privilegia la proyección metafórica entre falta de cocción (≈ madurez) y juventud.

La relación entre desarrollo inconcluso y cortedad mental que sustenta la locución faltar un hervor también se encuentra instanciada por otras expresiones, como veremos en el siguiente apartado.

2.4. Expresiones similares para indicar incapacidad cognitiva: el modelo del desarrollo inconcluso

Tal como en el caso de las alusiones a la inmadurez, otras expresiones ligadas a la cocción inacabada instancian en el discurso la conceptualización de la incapacidad como desarrollo trunco. Faltar[a alguien] un hervor exhibe similitud de interpretación con otras expresiones, aún no diccionarizadas pero presentes en el discurso tal el caso de faltar no solo un golpe de horno sino también una bullidita, un minuto en el microondas, una vuelta de microondas, 10 minutos de cocción, (https://forocoches.com/foro/showthread.php?t=7279880, https://www.reddit.com/r/askspain/comments/vtg0kg/cual_es_el_mejor_eufemismo_para_decir_que_una/, entre otros). Vale advertir que, en general, estas expresiones aluden a un faltante escaso dentro del proceso total: un golpe de horno evoca un corto momento, un minuto o una vuelta en el microondas se asocian a un lapso breve, diez minutos de cocción se considera escaso tiempo.

En los dos ejemplos siguientes, faltar una vuelta de microondas y diez minutos de cocción aluden a la escasa capacidad de razonamiento:

(21)[Sobre multas por infracciones vehiculares] Al leer esta noticia no se sabe si es que existe un celo excesivo por cumplir la ley o que hay afán recaudatorio por todo el mundo o simplemente cabezas cuadriculadas a las que les falta una vuelta de microondas. (10/01/2010, España, https://www.deauvilleros.com/portal2/viewtopic.php?t=4988)

(22) [Sobre el ingreso a una institución de formación] Es más justo y mejor para el propio cuerpo, que entre gente comprometida y con ganas de trabajar que alguien que ni se lee las bases de la convocatoria o que pregunta dónde es y a qué hora estamos citados a la próxima prueba. […] Con esto me refiero al ejemplo de esos que aquí en el foro parece que les falta 10 minutos de cocción, pero que a lo mejor el año próximo están revisando mochilas en la entrada de la ENP a los que van a las físicas. (27/12/2017, España, https://todopolicia.com/foro/threads/promoci%C3%B3n-xxxiv-la-%C3%BAltima-y-nos-vamos.11498/page-1400)

De acuerdo con el mismo frame de la cocción o del desarrollo inconcluso, también se registran formulaciones tales como no está cocido/a del todo, está sin terminar, lo/la sacaron fresco/a, o incluso lo/la cortaron verde, es decir sin llegar a madurar (https://forocoches.com/foro/showthread.php?t=7279880,http://ambarlamaga.blogspot.com/2007/07/otras-formas-de-decir-loco-lindo.html). Asimismo, locuciones que insinúan carencia cognitiva mediante la referencia a una cocción insuficiente aparecen en otras lenguas: por ejemplo, en un dialecto del bajo sajón, la persona poco inteligente tiene que volver nuevamente al horno (he mutt noch eenmaol in’n Backowwen, he mutt noch eenmaol in’n Pottowwen, Piirainen, 2012: 347), en inglés Biscuits aren’t quite baked (Hersam, s. f.) alude a la falta de cocción de las galletitas para significar carencia de desarrollo cognitivo y, en francés, en el diccionario de Féraud (1787: 647), ya se registra, en sentido figurado, Il n’a pas la tête bien cuite (‘no tiene la cabeza bien cocida’) para indicar que alguien es aún demasiado joven y no tiene la mente formada o que no está en sus cabales.¹¹

Como puede observarse, el análisis de las expresiones figuradas basadas en la cocción de alimentos arroja luz sobre la existencia de una base cultural común que concibe la incapacidad cognitiva como un paso faltante dentro de un proceso de desarrollo.

Este concepto se extiende igualmente a segmentos temporales en expresiones como faltarle a alguien un verano, una primavera (https://forocoches.com/foro/showthread.php?t=7279880), usos que se describen en comentarios metalingüísticos como los siguientes:

(23) Se me ha olvidado decirte que para mí sí es muy común la expresión. La utilizamos como eufemismo para hablar de alguien que, sin ser deficiente mental profundo, tampoco llega a lo que podemos considerar normal pero le “falta” poco (espero que me entendáis, es cuestión muy delicada pero en la práctica lo hacemos […]. Así, nosotros decimos que a Fulanito le falta… un hervor, una primavera, un verano u otras variantes que por el contexto se puedan entender. (Miren Azcárate, “El verano, el hervor y la primavera”, 09/10/2009, España, https://cvc.cervantes.es/foros/leer_asunto1.asp?vCodigo=36551)

(24) Hace pocos días, caminando por la calle, escuché la frase “le falta un verano”. ¿Alguna vez han pensado qué quiere decir? […] A veces la sociedad presiona al torpe con frases despectivas. Otro día hablamos de “eres muy corto”, “eres tonto”, “te falta un hervor”, y otras lindezas… Todas confeccionadas para dar cabida a nuestra absurda superioridad. ¿Saben? Hay personas muy básicas que son capaces de transformar todo en amor y respeto. (Olga Seco, “Le falta un verano”, 26/07/2019, España, https://www.laopiniondemalaga.es/opinion/2019/07/26/le-falta-verano-27753029.html)

Más allá de estas expresiones relacionadas con procesos o trayectos temporales, se registran también formulaciones en las que se evoca la ausencia de algún componente de un todo tal el caso de faltar [a alguien] un jugador, una hilera de ladrillos, unos caramelos en el frasco, cinco para el peso, una papa/patatita/patatina para el kilo (https://www.taringa.net/+offtopic/frases-argentinas_12qyon,https://www.reddit.com/r/askspain/comments/vtg0kg/cual_es_el_mejor_eufemismo_para_decir_que_una/, entre otros) para referir a una capacidad cognitiva limitada. Se trata de expresiones que escenifican el modelo del todo incompleto que abordaremos en el próximo apartado.¹²

2.5. Expresiones similares para indicar incapacidad cognitiva: el modelo del todo incompleto

>Con frecuencia dispar según las variedades de español, aparecen, en el discurso espontáneo, formulaciones que remiten a la cortedad mental mediante la evocación de la carencia de un elemento de un todo, tal el caso de un equipo al que le falta un jugador como en (25),una cantidad de papas que no llega a un kilo (26), una pared con una hilera de ladrillos de menos (27), un frasco en el que no están todos los caramelos que sería esperable encontrar, como en (28).

(25) [Sobre las camisetas de fútbol] La transgresión que se ve en estos tiempos obliga a desembocar en una pregunta obligada: ¿le falta un jugador a los diseñadores, o será que le están apuntando a otro cliente que no son los conservadores hinchas? (09-08-2013, Uruguay, http://www.elpais.com.uy/el-empresario/marcas-corte-mangas-tradicion-nba.html, Corpus NOW)

(26) El desahogo del ‘Mono’ en TNT Sports ante La Serena. […] “Gracias a Dios se ganó”. Comentario: Parece que le falta una papa para el kilo confundir política con fútbol. (17/07/2022, Chile, https://www.facebook.com/705611942827159/posts/5291909757530665/?paipv=0&eav=AfY297_ne47dwdxmD7yKMpjwhlNzePK3PpRr0zkn3-ixRpug9nOpg1OAo9qcMt6Go_8&_rdr

(27) [Comentario en línea sobre los dichos de una modelo a propósito de la maternidad] KJ habla y Andy le pregunta con malicia… ahora para que habla por Diosss. Me da pena la mina… me da la sensacion que le falta una hilera de ladrillos en la tapia, pero que linda es!!!! (14/06/2021, Argentina, https://www.clarin.com/fama/karina-jelinek-confeso-pidio-amiga-preste-vientre-madre_0__-S6aRhsf.html)

(28) [Sobre los eufemismos y comparaciones para hablar del cáncer y otras enfermedades] Algunas de las más extendidas en América Latina son: “larga y penosa enfermedad” […] Y, yéndonos a otras enfermedades: […] “no le llega agua al tanque”, “le faltan unos caramelos” (retrasos madurativos) (24-06-2015, Chile, http://blogs.cooperativa.cl/opinion/salud/20150624075513/ni-cruel-enfermedad-ni-luchar-los-pacientes-de-cancer-rechazan-los-eufemismos/, Corpus NOW)

En los ejemplos, el verbo faltar no alude a la extensión temporal necesaria para completar un desarrollo, por ejemplo un proceso de maduración, sino que remite a una entidad ausente, es decir que no está donde debería (jugador, papas, ladrillos, caramelos). Y el elemento faltante hace que el todo, del que usualmente debería formar parte, aparezca como incompleto. Según nuestro conocimiento del mundo, el frame asociado a la relación entre los objetos y sus partes, nos indica que un objeto incompleto representa una anomalía. ¹³

En este sentido, el modelo del elemento faltante dentro de una relación meronímica (parte-todo) es particularmente frecuente en la expresión de la falta de inteligencia. ¹⁴ Así, Osorio Baeza (2011) analiza la construcción [A X le falta + SN + para + SN]: A Juan le faltan tablas para el puente, granos para el choclo, duraznos para el tarro, chauchas para el peso, gramos para el kilo.¹⁵ El autor analiza estas expresiones en términos de metáfora conceptual con un dominio fuente de ‘todo de partes’ y un dominio meta ‘inteligencia’ con componentes (2011: 228). Según esta proyección metafórica binaria, la capacidad intelectual está compuesta por capacidades más específicas y la carencia de alguna de ellas supone una falla de la capacidad intelectual general. De acuerdo con su análisis, la dimensión metafórica no está radicada en la particularidad de cada binomio (tablas-puente,¹⁶ granos-choclo, duraznos-tarro, chauchas-peso, gramos-kilo), sino en la lógica esquemática que se resume en la relación correspondiente al esquema de imagen todo-partes (Osorio Baeza, 2011: 228).

Con diferente encuadre, nuestro análisis de las formulaciones para indicar carencia toma como modelo el esquema del blending (Fauconnier y Turner, 2002, 2006 [1998]). Según este dispositivo, identificamos un espacio 1 (por ejemplo, retomando el ejemplo de Osorio Baeza, puente hecho de tablas) y un espacio 2 (la cognición, con determinadas habilidades). La lógica esquemática sobre la relación parte-todo forma parte del espacio genérico en el que se proyecta, a partir de los dos inputs, el esquema de imagen de un todo (puente, mente) y sus partes constitutivas (tablas, capacidades). Lo mismo sucede con choclo y granos. Puede aparecer también el esquema contenedor-contenido (tarro-duraznos para metaforizar mente-habilidades).¹⁷ El cuarto espacio, el espacio integrador, ve emerger una construcción original en la que la inteligencia de Juan aparece marcada por la incompletud (le faltan tablas, granos, duraznos). Tanto en el caso de componentes de un objeto (tablas-puente), partes de una unidad (gramos-kilo) o contenido dentro de un contenedor (duraznos-tarro), se establece, por compresión, una correspondencia metonímica causa-efecto basada en nuestra experiencia con las estructuras incompletas de modo que, metafóricamente, el faltante remite a un desempeño cognitivo defectuoso.

Este tipo de construcción, que admite intensificación, por ejemplo en Le faltan como mil tablas para el puente (Osorio Baeza, 2011: 235),¹⁸ resulta sumamente productivo, como veremos a continuación.

2.6. La productividad del modelo del componente faltante

Como se ha señalado, tales formulaciones se registran no solo en español sino también en otras lenguas; en inglés, por ejemplo, la construcción [a X short of a Y] es especialmente frecuente. En su estudio sobre los modismos evaluativos en el inglés australiano, Peters (2007: 246) destaca la expresión tener [alguien] una teja suelta o faltar [a alguien] una teja (a tile loose, a shingle loose, a shingle short) para significar falta de inteligencia o desorden mental. En particular, la construcción [a X short of a Y] resulta especialmente productiva para designar un elemento faltante en un todo con el objetivo de aludir a la falta de capacidad intelectual: a chop short of a barbecue (chuleta-barbacoa), a few sandwiches short of a picnic (sándwiches-picnic), a few bricks short of a load (ladrillos-carga), a few beans short of a bag (porotos-bolsa), a paling short of a fence (listones-cerco).

En inglés americano, la lista humorística Not to bright list, es decir el listado de expresiones que permiten nombrar a quienes no son particularmente brillantes, de Dan Hersam (s. f.) presenta un florilegio de 245 eufemismos.¹⁹ De ellos, 74 enunciados instancian el modelo del componente faltante o fulldeckism, según diferentes configuraciones lingüísticas: A few cards short of a deck (‘Le faltan unas cartas para el mazo’), A few players short of a team (‘Le faltan algunos jugadores para el equipo’), An olive short of a Martini (‘Le falta una aceituna para el Martini'), Two bricks short of a load (‘Le faltan dos ladrillos para una carga’), One slice shy of a loaf (‘Le falta una rodaja al pan’), Missing a few buttons on his remote control (‘Le faltan algunos botones en el control remoto’). Todos estos enunciados se sustentan en el modelo cognitivo del elemento faltante aunque muestran ligeras divergencias, no solamente en su estructura proposicional (short of, shy of, missing) sino también en el tipo de relación meronímica instanciada.

A este respecto, tras estudios experimentales de clasificación de ejemplos, Chaffin, Herrmann y Winston (1988) elaboran una taxonomía en la que identifican tres tipos principales de meronimias: parte-todo (asa-taza), materia-objeto (porcelana-taza), fase-proceso (adolescencia-crecimiento).²⁰ Dentro de esta sistematización, la relación parte-todo se subdivide en ocho tipos: componente-objeto (rueda-auto), actividad característica-acontecimiento (número de trapecio-espectáculo circense), área-parte topológica (esquina-habitación), miembro-colección- (árbol-bosque), lugar-área (oasis-desierto), ocasión-tiempo (día de San Valentín-febrero), unidad-medida (yarda-milla) y porción-masa- (trozo-torta).²¹

Para profundizar nuestro estudio sobre los modelos cognitivos que sustentan los eufemismos construidos mediante relaciones meronímicas, la extensión y la creatividad de la lista de Hersam constituyen un valioso cuerpo de datos susceptible de servir como corpus de control. En el conjunto de74 enunciados de elemento faltante de la Not to bright list, predomina la relación componente-objeto (53 de 74), por ejemplo, aparatos como un reloj al que le falta un resorte, ingredientes como una ensalada de frutas con algunas uvas de menos, entidades naturales como un arbusto al que le faltan hojas. Le sigue la relación miembro-colección, con 18 casos tal el caso de la flota a la que le faltan algunos navíos o del equipo al que le falta algún jugador o del rebaño que tiene unas ovejas faltantes. Aparece también un ejemplo de la categoría porción-masa (le falta una rodaja al pan) y uno de la clase materia-objeto (faltan hilos en el sweater).

Para nuestro análisis, combinamos la taxonomía de Chaffin, Herrmann y Winston (1988) con los rasgos distintivos identificados por Schalley (2004, 2017) en su investigación sobre las relaciones parte-todo según el sentido común: relación configuracional, cuando las partes determinan la configuración del todo, encapsulamiento, cuando la parte no es visible desde el exterior, intercambiabilidad, cuando la parte puede intercambiarse sin destruir el todo, funcionalidad, cuando la parte determina el funcionamiento del todo, relación homeomérica, cuando la parte tiene propiedades en común con el todo, homogeneidad, cuando la parte tiene propiedades en común con otras partes, obligatoriedad, cuando la remoción de la parte destruye el todo, necesidad cuando la parte no es opcional, carácter removible, cuando la parte puede removerse, separabilidad, cuando puede separarse, y compartibilidad, cuando la parte puede compartirse con otros todos.

De acuerdo con estos rasgos, en los enunciados listados por Hersam para indicar carencia de componentes, las partes faltantes son visibles (algunas cuerdas de un banjo), intercambiables (algunas bujías de un circuito), homogéneas con otras partes (como las pajas de la escoba), removibles (unas cervezas en un paquete de seis), pueden existir independientemente del todo (algunos barcos y una flota) y son necesarias (unas tejas en el techo). Sin embargo, generalmente no tienen propiedades en común con el todo (unas ciruelas y un pastel), no son funcionales (una rodaja faltante en un pan), no determinan la configuración del todo (algunas nueces pecan en el budín de frutas), no son indispensables y pueden ser removidas sin destruir el todo (unos tacos dentro de un menú de fiesta mexicana). En síntesis, los elementos faltantes son rápidamente identificables, separables y necesarios (de ahí su saliencia cognitiva) pero no son vitales para la existencia de la entidad, no determinan su configuración y pueden ser removidos sin destruir la estructura en la que se insertan.

Otra característica saliente de los datos del corpus de control es que, en los enunciados, se alude generalmente a cantidades reducidas: unas pocas papas fritas (A few fries short of a Happy Meal), una aceituna (An olive short of a martini), un miembro del consejo (One board member short of a quorum), dos ladrillos (Two bricks short of a load), diez centavos (Ten cents short of a dollar).

Si retomamos nuestro cuerpo de datos en español, podemos advertir coincidencia con el corpus de control en inglés. Así, en los ejemplos (25)-(28), los componentes faltantes (un jugador en el equipo, una papa para el kilo, una hilera de ladrillos en la pared, unos caramelos en el frasco) son componentes necesarios y visibles, pero son separables del todo y su ausencia no compromete gravemente la existencia de la estructura en la que se insertan. Es decir que, prototípicamente son salientes pero no esenciales. Desde el punto de vista cuantitativo, las estimaciones indican, en general, cantidades relativamente exiguas, cercanas a la unidad (un jugador, una papa, una hilera). En este aspecto, se advierte afinidad con el modelo del proceso pendiente que alude, en general, a una fase faltante de extensión reducida (un hervor).Volveremos sobre esta cuestión en el apartado 4.

Observemos seguidamente las recurrencias formales de estas expresiones.

3. Realizaciones lingüísticas según un modelo construccional

Como ha podido comprobarse, las realizaciones lingüísticas empleadas para significar, según los casos, necesidad de mejora o cortedad mental responden al modelo cognitivo de la carencia, ya sea por falta de desarrollo, en el caso de procesos evolutivos pendientes o inconclusos, o por falta de un componente en una estructura con el consecuente efecto de funcionamiento defectuoso. En ambos casos, se activa una relación parte-todo, bien como fase de un proceso (le falta un hervor, un golpe de horno, un verano), bien como elemento de un todo (le falta un jugador, una hilera de ladrillos, le faltan unos caramelos en el frasco). Tal modelo queda instanciado por construcciones características tanto en español como en el corpus de control en inglés.

En español, predominan las formulaciones integradas por el verbo faltar, según el esquema [Faltar [a alguien] +un / una /unos, etc. +SN [parte] + preposición para / en + SN [todo]]. En inglés, se identifican secuencias del tipo [One / Two / A few + N [parte] + short / shy of a + N [todo]]. En ambos casos, estas estructuras pueden saturarse con diferentes variables que reúnan las características necesarias, a saber: típicamente, ser un elemento o una pequeña cantidad de un elemento (fase o componente) que forma parte de un todo. Se habilitan así perífrasis altamente creativas: si un enunciado como A few grapes short of a fruit salad o A X le faltan algunas uvas para la ensalada de frutas vehiculiza la idea de que la persona designada carece de inteligencia, la construcción podría eventualmente autorizar un vasto abanico de posibilidades según el mismo esquema tanto para el modelo del proceso pendiente como para el modelo del todo incompleto: a X le faltan unos minutos de baño María, a X le falta una pizca de levadura, una aceituna en la pizza, un pancito para el kilo o incluso una tecla en el piano, o un par de adornos en el arbolito de Navidad. Compuestas sobre la estructura de la carencia, que registra la ausencia, en un todo, de una parte saliente, necesaria aunque no indispensable, tales expresiones no están registradas en el discurso pero igualmente generan sentido a partir de las inferencias emergentes de la misma construcción.

En efecto, para el tratamiento de estas expresiones, más que plantear, con un criterio composicional, que, en discurso, se produce, por variación libre, la sustitución de componentes nominales en unidades fraseológicas fijas, postulamos la existencia de construcciones (Goldberg, 1995, 2006). Estas generan sentido gestálticamente de acuerdo con el principio según el cual el todo no se reduce a la suma de sus partes; así, el sentido de la construcción no resulta de la simple suma del significado de sus componentes sino que emerge de la misma construcción, en interacción con su entorno. Se trata pues de una asociación de forma y función (en modismos o estructuras más complejas) que los hablantes aprenden y emplean con fines comunicativos.²² Como lo afirma Goldberg (2006: 5), no solo las construcciones no son simplemente predecibles a partir de sus componentes sino que son memorizadas como tales en función de su recurrencia aún cuando un cálculo composicional siga siendo posible. En su interpretación, cumplen un papel central la experiencia individual, los marcos de interacción (frames) y el entorno discursivo, social y cultural.

4. El valor retórico de la construcción en el discurso

En el espacio social y discursivo, la falta de medios intelectuales puede ser objeto de tabú lingüístico (Allan y Burridge, 2006; Pizarro Pedraza, 2018). Así como se prefiere hablar indirectamente de la muerte, el sexo, la enfermedad o la locura, la falta de medios intelectuales puede incluirse en la dimensión de lo que se elige callar para no darle existencia. De este modo, el recurso a formas perifrásticas que eviten la mención directa aparece como una estrategia de elusión: evocar la carencia intelectual como un proceso truncado o como un todo incompleto por ausencia de un elemento, permite soslayar una predicación incómoda. Se trataría, en este caso, de un eufemismo (Allan y Burridge, 1991; Chamizo Domínguez, 2004) que permite atenuar aquello que puede resultar chocante porque remite a temas tabú. Desde esta perspectiva, a X le falta un hervor o un jugador resulta una manera eufemística de aludir a su incapacidad intelectual.

A este respecto, pudo advertirse que, en el modelo del desarrollo pendiente (inmadurez) o del desarrollo inconcluso (incapacidad), las ocurrencias analizadas aluden a un corto lapso restante para el fin del proceso: un hervor, un golpe de horno, una vuelta en el microondas. En los ejemplos (5) y (7), la presencia del adverbio refuerza la idea de exigüidad: solo le falta un hervor. Lo mismo sucede en (6), que minimiza la gravedad del faltante: siempre se está a tiempo de darle un poco más de cocción. En (23), el comentario metalingüístico inscribe la expresión dentro de los eufemismos “para hablar de alguien que, sin ser deficiente mental profundo, tampoco llega a lo que podemos considerar normal pero le «falta» poco” (resaltamos en cursiva).

En cuanto al modelo del componente faltante, el hecho de que la construcción convoque pequeñas cantidades o elementos salientes pero no indispensables contribuye a aminorar el alcance de la predicación. En efecto, tanto en el corpus español como en las expresiones en inglés, se registra la alusión a la falta de escasos elementos: algunos hilos en un sweater (pero no las mangas o el sweater completo), diez centavos para un dólar/peso, etc. (pero no noventa centavos), unas pocas nueces en el budín de frutas (pero no toda la fruta o elementos indispensables como harina o azúcar), un jugador(pero no el equipo completo).

Ahora bien, según la situación o la intencionalidad del hablante, puede tratarse de una falsa atenuación que esconde una burla: se trata, en esos casos, de la lítote (Fontanier, 1977 [1830]; Lausberg, 1983 [1963]) que subraya y acentúa en lugar de disminuir. Así, la atenuación aparente enfatiza la aserción contraria encubierta: elegir una expresión falsamente mitigada adquiere, entonces, una orientación opuesta a la del eufemismo y subraya la carencia. Ese hervor faltante, la vuelta de microondas que no tuvo, los pocos hilos que faltan en el sweater, esos diez centavos para totalizar la unidad, dos o tres nueces en el budín, o ese jugador que no está en el campo de juego, precisamente por su margen exiguo pero no imperceptible puede sugerir condescendencia y aparecer como marca de superioridad: “a X le falta poquito pero no le alcanza con lo que tiene”, tal como se afirma en (24): “[expresiones] confeccionadas para dar cabida a nuestra absurda superioridad” (las cursivas son nuestras).

Según los casos, estas expresiones pueden ser empleadas con ironía (Gibbs Jr. y Colston, 2007; Bryant y Gibbs Jr., 2015), ocasiones en las que predomina el componente pragmático de la burla, tal como sucede en la imagen del “huevo poché”, examinada en (20), claramente orientada hacia el sarcasmo (“Como que te falta un hervor”). Conviene recordar que, mientras el eufemismo queda a menudo atrapado en la convencionalización del habla, la lítote constituye un fenómeno eminentemente conversacional que, al igual que la ironía, proyecta el punto de vista del hablante (Jaubert, 2008: 114).

Sea por legítima atenuación o para destacar la carencia, el estándar es, pues, el de la exigüidad. Si, en le falta una hilera de ladrillos, se intuye que se trata de un elemento que no compromete la existencia de una pared, puede suceder que el hablante desee intensificar la expresión, como en (29):

(29) [Sobre la expulsión de un jugador a los dos minutos de juego] Ah pero a este no le falta una corrida de ladrillos no tiene ni la medianera directamente (26-11-2023, Argentina, https://twitter.com/maximo_peterle/status/1729115812978655447)

Lo mismo sucede con le falta un jugador, que supone una ausencia individual dentro de un equipo de once jugadores en el campo de juego. En ocasiones, el hablante procede a variaciones según el énfasis que quiera darle a la carencia y pasa de la lítote de un jugador a modificaciones por adición de gradación cuantitativa o incluso hiperbolización:

(29) Le echaron 4 y tiene otros con tarjeta amarilla ²³ (04-02-2007, Argentina, https://www.todopic.com.ar/foros/index.php?topic=15715.15)

(30) A ese... le suspendieron el partido
(04-02-2007, Argentina, https://www.todopic.com.ar/foros/index.php?topic=15715.15)

(31) No le falta un jugador, el jugador le hace gol en contra
(05-05-2010, Argentina, https://www.facebook.com/No-le-falta-un-jugador-el-jugador-le-hace-gol-en-contra-119051874783488/)

Se comprueba así la productividad, no solo de la construcción con el verbo faltar, mencionada en el apartado 2.5. (Le faltan como mil tablas para el puente), sino también, de modo más general, de las instanciaciones del modelo cognitivo de la carencia.

Cabe agregar que, cuando se introducen modificaciones como proceso creativo voluntario orientado a obtener la atención del receptor, en muchos casos de manera lúdica, como en los enunciados ut supra, desde el punto de vista fraseológico, puede considerarse que se trata de una desautomatización (Zuluaga Ospina, 1975: 246) que explota la fijación de las secuencias en juego: estas son reconocidas por los hablantes quienes restituyen el sentido de la expresión original (Corpas Pastor, 1997: 29).

Al cabo de este recorrido, esbozamos las primeras conclusiones de este estudio.

Conclusiones

A lo largo de estas páginas, se ofreció una aproximación a la locución faltar un hervor y se propuso una descripción de los procesos cognitivos que sustentan los dos significados provistos por el DRAE, a saber: necesidad de perfeccionamiento y falta de inteligencia. Para ello, se examinaron datos efectivos en contexto que se relacionaron con formulaciones similares dentro de una red semántica organizada por el esquema de imagen de la carencia. La puesta en relación con otras expresiones arrojó luz sobre la metáfora conceptual que permite aprehender el desarrollo como un proceso de cocción.

Identificamos un primer modelo cognitivo caracterizado como desarrollo pendiente que alude a una extensión que queda por recorrer: en tales empleos, la metaforización (hervor, golpe de horno, vuelta de microondas) remite a la necesidad de perfeccionamiento para las cosas y maduración para las personas. Se trata de una red espejo en la que existe un mapeo directo entre el dominio fuente de la cocción y el dominio meta del desarrollo.

Pudo comprobarse que un dispositivo más complejo sustenta un segundo modelo cognitivo, el del desarrollo inconcluso. En este caso, la proyección metafórica entre la cocción y el desarrollo participa de un proceso de fusión conceptual en el que una compresión metonímica permite conceptualizar la cocción interrumpida como causa de la falta de inteligencia. Dentro de una relación fase-proceso (como relación parte-todo), las formulaciones analizadas privilegian la conceptualización de una etapa faltante en lugar de una extensión a completar: se repara en el vaso medio vacío en lugar de ver el vaso medio lleno.

La exploración de otras formas actualizadas en el discurso mostró la recurrencia del modelo del todo incompleto. Sobre la base de una integración conceptual a partir de espacios disjuntos, se explicó la construcción faltar tablas para el puente, granos para el choclo, gramos para el kilo, etc. El estudio de un corpus de control en inglés mediante un dispositivo de análisis específico a partir de las características de la relación parte-todo permitió perfilar con mayor precisión los rasgos típicos de las partes que intervienen en tales relaciones meronímicas: se trata de componentes fácilmente identificables y necesarios pero no indispensables. Las escasas cantidades involucradas en las fórmulas de este modelo refuerzan tal particularidad.

Las estructuras recurrentes detectadas en los datos analizados permitieron proponer una descripción en términos construccionales: las secuencias seleccionan variables según su coherencia con la relación parte-todo siempre que la separación de la parte no implique la destrucción del todo en el que participan. El sentido se genera gestálticamente a partir de la misma construcción como asociación de forma y función, aun cuando un cálculo composicional sea posible.

Finalmente, en cuanto al valor retórico de las formulaciones bajo análisis, se comprobó la existencia de una tensión entre eufemismo y lítote. En efecto, según entornos y situaciones, la alusión a la falta de medios intelectuales puede considerarse como un tema tabú que conviene designar de modo indirecto, a través de expresiones atenuadas. Sin embargo, en la dimensión conversacional, la mitigación insincera puede, por el contrario, sugerir mucho denotando poco e insinuar irónicamente lo contrario: en esos casos, paradójicamente, se dice con mordacidad que a algo/alguien le falta un hervor pero se insinúa, en realidad, que no basta con dar un hervor, es decir hervir por breve tiempo.

Fuentes primarias

Referencias bibliográficas

Notas