Revista Unicarta
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<p><span style="font-weight: 400;"><strong>“Unicarta”</strong>, Revista de la Universidad de Cartagena, publica artículos, ensayos, comentarios, reseñas y entrevistas sobre el desarrollo de la ciencia, la tecnología, las artes, la filosofía y afines. “Unicarta” es distribuida en la comunidad académica de la Universidad de Cartagena, universidades nacionales y extranjeras, bibliotecas, centros e instituciones culturales, entre otros.</span></p>es-ESRevista Unicarta0122-8919Matemáticas previas al cálculo
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<p>El cálculo diferencial es una poderosa herramienta matemática que nos permite comprender y analizar el cambio instantáneo en las funciones. Desde su desarrollo por Newton y Leibniz en el siglo XVII, ha revolucionado nuestra comprensión del mundo natural y ha encontrado aplicaciones en una amplia gama de disciplinas, desde la física y la ingeniería hasta la economía y la biología.</p> <p>El libro Matemáticas previas al cálculo es una guía para adentrarse con bases sólidas en el tema, y que los estudiantes, en el inicio de su carrera universitaria, pueden mejorar su desempeño en los cursos de cálculo. Este libro nace de una necesidad acompañada de un deseo personal. Por una parte, se necesitaba material bibliográfico en el programa de Matemáticas, de la Universidad de Cartagena referente a una matemática que fuera antes del cálculo diferencial y, por el otro, se encontraba el deseo profesional del docente Juan Cárdenas, de querer plasmar algo de sus conocimientos en un texto, aprovechando su maestría en Matemáticas, pero… ¿De dónde nace esa necesidad?</p>Juan Baquedo
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2025-03-252025-03-251266466Resiliencia una oportunidad para romper barreras
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<p>Barrilete: la resiliencia como estrategia o medio de superar situaciones precarias adversas es el título del libro que nos brinda María del Socorro Acosta Fernández, con los coautores Manuel Noreña, Marcela Lagares, Irina Ortega y María Monsalve. Acosta es psicóloga de la Universidad de San Buenaventura, docente de planta e investigadora de la Universidad de Cartagena, y mujer resiliente, participante de la Segunda convocatoria interna de la Universidad de Cartagena para la publicación de libros académicos y de creación artística, colección Rómulo Bustos Aguirre. A través de este ejemplar educa, orienta y enseña a encontrar en nosotros mismos la capacidad de ser flexible ante circunstancias complejas para transformar nuestro entorno, nuestra vida, nuestros logros y convertirlos en acciones positivas que guíen a un futuro donde la resiliencia sea la puerta a una vida con bienestar, actitud, comprensión del individuo, logros, transformaciones sociales y educación.</p>Galeano Mendoza Herrera
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2025-03-252025-03-251266769El legado de Manuel Zapata Olivella
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<p>En el libro <em>Manuel Zapata Olivella: hacia una medicina nacional en el Pacífico colombiano</em>, publicado en 2023, los autores Silvia Valero y Emiro Santos García nos introducen al universo literario, médico y antropológico de Manuel Zapata Olivella. Esta obra nació a partir de una obsesión de Silvia, en la que no solo se presenta la novela inédita del autor cordobés, <em>La maraca embrujada por jibaná</em>, sino que también nos sumergimos en un análisis intertextual que revela la riqueza de pensamiento del autor y la posibilidad de comprender con más profundidad, cómo construye su obra.</p>Milena Ortega Álvarez
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2025-03-252025-03-251267072Un viaje hacia la comprensión de la autoinmunidad
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<p>Marlon Múnera Gómez, biólogo e investigador, amoroso de la literatura, y Emiro Buendía Dávila, médico e investigador, son dos amigos unidos por la ciencia. Su propósito es que la ciencia esté al alcance de todos y de todas las disciplinas relacionadas con el tema de la inmunología y la autoinmunidad. “Teníamos siempre la costumbre de sacar espacios para discutir ideas mientras tomábamos un café”, comentó Marlon, quien recalcó que ha sido la amistad la que ha llevado a que este libro nazca y que el proyecto editorial siga adelante.</p>Karen Ríos Caro
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2025-03-252025-03-251267375Guía práctica de bioquímica
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<p>En medio de la disciplina que se adentra en el amplio mundo de las moléculas y los procesos químicos de los organismos vivos nos encontramos con Guía práctica de Bioquímica, libro que, según refiere uno de sus autores, Darío Méndez, está pensado como un recurso para estudiantes de educación superior interesados en explorar los fundamentos y aplicaciones prácticas de este campo científico.</p> <p>El estudio de bioquímica es imprescindible para comprender los procesos moleculares influyentes en la vida, el medio ambiente y las interacciones en sistemas biológicos complejos, mientras se desarrollan habilidades investigativas y se explora su aplicación en diversas áreas científicas y su relevancia en el desarrollo científico-tecnológico.</p>Mariana Paez Soto
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2025-03-252025-03-251267678Adrián Silgado entre acuarelas, plantas y nuevos retos creativos
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<p>Adrián Silgado es egresado de la Institución Universitaria Bellas Artes y Ciencias de Bolívar, UNIBAC, ubicada en la ciudad de Cartagena de Indias, quien ha logrado mezclar, en su proyecto de grado, la literatura y el arte, construyendo imágenes poco comunes que contienen gran significado. Su proyecto le ha costado mucho. Entrar a la Universidad fue uno de los primeros retos, sin olvidar los comentarios desalentadores de las personas, cuando tomó el camino del arte. Sin embargo, ha encontrado en su familia la motivación para afrontar las críticas. Adrián Silgado, nos comparte, su historia, sus actividades, logros y metas para los próximos años.</p>Alan Narváez Periñan
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2025-03-252025-03-251267982Nuevas creaciones, nuevas lecturas
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<p>El seis de marzo de 2024, Rodrigo y Gonzalo García Barcha, los hijos de la pareja conformada por Gabriel y Mercedes, presentaron la novela En agosto nos vemos, obra póstuma de un padre escritor que había partido 10 años atrás (2014).</p> <p>Según Rodrigo, el hijo mayor del Nobel colombiano, la obra muestra el último y gran esfuerzo de un autor por seguir creando contra viento y marea. Luego de la presentación y su publicación en todo el mundo, la obra ha sido objeto de múltiples valoraciones, aquí dos miradas sinceras a cargo de Iliana Restrepo y Gustavo Arango.</p> <p>Este número es ilustrado por el artista plástico Adrián Silgado, quien obsesionado por una variedad de plantas decidió agregar en el papel sugerentes cambios para convertirlas en fitoantropomorfas. El resultado es una colección de acuarelas que evidencian nuevas criaturas que no solo necesitaron ser nombradas sino también historias que respaldaran su existencia en el mundo de la ficción literaria. A partir de esas obras, los integrantes del Taller Cuento y Crónica de la Universidad de Cartagena. Adscrito a la Red Relata del Ministerios de las Culturas, se empeñaron en escribir relatos cuya trama “evidenciaran” la presencia de estas nuevas plantas entre nosotros. Juzguen ustedes el resultado de este ejercicio creativo que integra plástica y escritura.</p> <p>Esta edición ofrece una colección de poemas de la escritora chilena Luzalem Piccoli Z; el texto Del homo sapiens al homo ridens, del escritor y periodista Juan Pablo Ortega, quien nos recuerda la necesidad de analizar los matices del humor a lo largo del tiempo.</p> <p>Rendimos un homenaje al escritor, editor y periodista Karim Ganem Maloof, quien en 2023 publicó su libro Calor residual, una rareza literaria que mezcla crónicas, ensayos culinarios, recorridos en busca de nuevas especias y recetas, entre otros condimentos. Ese mismo año murió, luego de haber finalizado el informe final de la Comisión de la Verdad del que fue su editor. Invitamos a leer el texto Uncle Kentucky, incluido en Calor residual.</p> <p>¡Disfrutemos de estas y otras lecturas!</p>David Lara Ramos
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2025-03-252025-03-2512645Preliminares Núm. 126 (2024) Revista Unicarta
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<p>Preliminares Núm. 126 (2024) Revista Unicarta</p>Comite editorial
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2025-03-252025-03-2512612El tremedal del olvido
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<p>Cuando por primera vez leí de una sentada y con mucha curiosidad la polémica obra póstuma de García Márquez, En agosto nos vemos, escribí un artículo que pueden leer a continuación: En Cien años de soledad, una niña llamada Rebeca llega a la casa de los Buendía en Macondo arrastrando una bolsa con los huesos de sus padres: «Todo el equipaje estaba compuesto por el baulito de la ropa, un pequeño mecedor de madera con florecitas de colores pintadas a mano y un talego de lona que hacía un permanente ruido de cloc cloc cloc, […]». La tragedia no era que arrastrara huesos, sino que traía con ella la terrible peste del insomnio que se convertiría rápidamente en la del olvido, «hundiendo a todo el pueblo sin remedio en el tremedal del olvido».</p>Iliana Restrepo
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2025-03-252025-03-2512669Arqueologías
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<p>Hace doce años tuve la suerte de ver cumplido un sueño que tenía desde niño: visitar Sri Lanka, la lágrima de la India, un lugar donde además tenía la sospecha de que moriría. Durante un mes hice un recorrido para el que me había preparado toda la vida. Visité templos, escalé montañas sagradas, me dejé envolver por el cariño colorido e intenso de los habitantes de la isla. Al final, en lugar de morirme, regresé a este país del sueño donde vivo con la sensación de haber nacido de nuevo.</p> <p>Entre las muchas cosas que hice en Sri Lanka estuvo, por supuesto, pedirle a un astrólogo que trazara e interpretara mi carta astral. En la India y Sri Lanka la carta astral es el documento más importante para cualquier individuo. Está basada en saberes milenarios. No hay matrimonio, negocio o decisión importante que se lleve a cabo sin consultar los mapas celestes de los involucrados. Así me hice consciente de un talento mío que llevaba años cultivando sin reconocerlo, sin identificarlo y sin nombrarlo, quizá porque otros aspectos de mi vocación eran más notorios e imperiosos.</p>Gustavo Arango
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2025-03-252025-03-251261116Uncle Kentucky
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<p>En una muestra de condescendencia gastronómica rara en él, Anthony Bourdain se sienta con aparente entusiasmo frente a una bandeja con papas a la francesa y pollo frito que trata de imitar la receta del Coronel Sanders. Jihad lo condujo hasta el local pintado de rojos y azules chillones, un joven libio que hizo parte de la revolución que derrocó a Muamar Gadafi. Bourdain está haciendo un programa para CNN poco después de la muerte del dictador y desde el principio se nota fuera de su zona de confort. El programa trata de darle más profundidad a su conocido show gastronómico No Reservations, enviando al chef celebridad a países que tengan algún picante adicional, como una revolución civil. Hay un aire anárquico y amenazador en Trípoli que los productores del show enfatizan con la música de fondo. Bourdain se muestra frágil, desprovisto de su sabrosa ironía. No aventura muchas opiniones sobre lo que le muestran o dan a probar, más allá de asentir con aprobación y apresurarse a decir «¡muy bueno!» después de cada bocado. Él y Jihad están sentados en lo que es para el chico una de las grandes victorias de la revolución, Uncle Kentaki, una cadena de restaurantes de pollo frito que imita a Kentucky Fried Chicken, KFC. Durante la dictadura de Gadafi, los restaurantes de comida rápida estadounidense no existían, y aún después de su muerte el país pasa por una situación demasiado volátil como para que la verdadera cadena se anime a establecerse. El chico se ve contento con su menú, pero apenas Bourdain trae a Gadafi a la conversación su expresión cambia, le empieza a faltar el aire y su discurso se enreda por la rabia. La música, por supuesto, decae en un tono siniestro; Jihad quiere decir muchas cosas, pero no encuentra las palabras en inglés. Finalmente dice con vehemencia que se siente feliz de que hayan matado a Gadafi, quien por cincuenta años fue el jefe del país. El famoso chef asiente algo perplejo ante la franqueza de Jihad, mientras el chico levanta su sándwich de pollo, le apunta con el índice y dice en su precario inglés: «Por esto fue que peleamos y derramamos la sangre de tanta gente de mi país. Por el sabor de la libertad».</p>Karim Ganem Maloof
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2025-03-252025-03-251261722Del homo sapiens al homo ridens: el poder (y el peligro) de la risa a lo largo de la historia
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<p>Nada más serio que el humor», se dice popularmente. «Nada más serio e importante», habría que decir si se trata de encontrar alguna característica que defina y diferencie al ser humano de otras especies (aunque, recientemente, se reconoce que otros primates lo tienen también). Y si se trata de hacer honor a la verdad, «nada más serio, importante y peligroso», como lo enseña la historia cuando se trata de controlar (de ser posible) el poder corrosivo de la risa…</p> <p>Si hablamos de humor hacemos referencia a la facultad humana que se vale de infinitos recursos (orales, gestuales, gráficos, sonoros, etc.) para evidenciar el carácter contradictorio y muchas veces absurdo de la realidad y de nuestra condición humana, es decir: del sinsentido de lo que nos rodea.</p>Juan Ortega
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2025-03-252025-03-251262328Qué tanto hay de cucarachas y de gatos en la poesía de Adília Lopes
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<p>Los mejores regalos literarios vienen de los amigos que comparten un pedacito de su mundo íntimo. Suena a cliché, pero lo pienso y es algo con lo que me iré a la tumba. A Adília Lopes, poeta nacida en 1960, la conocí por uno de los pocos amigos que prefieren la poesía a la prosa, que han leído mucha poesía contemporánea, que leen más a mujeres que a hombres y que generosamente compartía poemas en los pasillos de la redacción de la revista Semana, como si de papitas en casco se tratara.</p>Laura Benítez Martínez
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2025-03-252025-03-251262937Poemas de Luzalem Piccoli
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<p>Nuestra poeta invitada nació en Santiago de Chile. Estudió danza contemporánea en el Colegio del Cuerpo en Cartagena de Indias. Es autora del libro de relatos Siete falanges (2016) y Namuntu. Poesía hecha a pie (2020). Actualmente vive en Estados Unidos. Disfruta caminar por el bosque o al lado del mar.</p> <p>Estuario.</p> <p>Satélite.</p> <p>Penélope.</p> <p>Domesticada.</p> <p>Spiritus.</p>Luzalem Piccoli
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2025-03-252025-03-251263841El olor de las flores marchitas
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<p>Orinó un sedimento denso y pestilente que apuntó como pudo al fondo del sanitario. La sustancia marrón se movía con languidez en el fondo del excusado. El hombre llevaba cuatro días con fiebre y despedía un olor a óxido en todo su cuerpo. Pensó que el color de su orina era debido a la deshidratación y el olor mordiente lo asoció con los antibióticos que tomaba cada seis horas; los detestaba, no tanto por el sabor desagradable, sino porque lo mantenían en vigilia, en ese peligroso estado de la conciencia.</p> <p>Salió del baño y se dejó caer en la cama. Envuelto en la penumbra de su habitación, se encontraba sumido en una batalla contra el insomnio que lo había acechado durante toda la noche. Cada vez que cerraba los ojos y el zumbido del tinnitus emergía del silencio de su cuarto, unos rostros espectrales se derretían detrás de la oscuridad de sus párpados. Estuvo varios minutos escuchando los retumbos de la madrugada como si él mismo acabara de inventarlos: de fondo un perro ladrándole a la noche, los autos transitando la avenida con un murmullo distante, las ramas de los árboles crujiendo, el viento entre las hojas y un pájaro nocturno rompiendo la monotonía de la noche.</p>Vincent Taborda
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2025-03-252025-03-251264243El tacto del delirio
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<p>-Vea que se lo advertí, no monte a Cacica que seguro lo lleva a ver al diablo. Mientras se quitaba la espuma de cerveza del bigote, Toño, un anciano demacrado con un parche remendado en el ojo derecho, insistía al joven, con tono de presagio, que su yegua de pieles plateadas podría llevarlo por un camino nefasto.</p> <p>Aquel joven cuyo nombre desconozco, ignoró por completo la sentencia. Partió rápido hacia la vereda aquella noche sin luna. Comencé a percibir un aroma extraño que no lograba distinguir, mientras el galope de Cacica se perdía en la espesa bruma.</p>Samuel Sanabria Carmona
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2025-03-252025-03-251264447Salgamos a comer ojitos esta noche
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<p>Te llevaré con el monstruo, él sale cuando anochece. Tú sí eres embustero, Miguel. Te lo juro, mi madre pidió que dejaran su esqueleto junto al lago cuando la sacaran del hueco. Yo vi cuando unas plantas largas parecidas a tripas de bambú se la llevaron hacia al fondo, entonces, cada tarde cuando salgo a jugar me dicen algo de ella, y a cambio de eso, yo he tenido que comerme varios de sus ojitos ácidos y chiclosos, para que el monstruo no enferme, y, poco a poco, voy quedando sin párpados y me pongo raquítico, y comienzo a parecerme a mi madre. Parecen gusanos huesudos esas plantas terribles y amorosas que me llevan junto con ella hacia el fondo del lago, que se abren paso entre los cadáveres de peces y cocodrilos, mi abuela y mis tías.</p>Fernanda Palomino
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2025-03-252025-03-251264849La novia del rey
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<p>Era un domingo de verano en el que Eusebio Guillén y Beatriz Socarrás decidieron escapar del pueblo para casarse a escondidas de sus padres, quienes nunca aceptaron el idilio.</p> <p>Eusebio era un joven flaco, alto, claro, de ojos cafés y cabello castaño; cogió su mochila, se colocó el sombrero y remangó su camisa, entró a la habitación de su mamá, tomó una alcancía que guardaba ella debajo de la cama, y la golpeó tan fuerte que los billetes y algunas monedas, cayeron regadas en el piso. Lo recogió todo. Saltó por la ventana de la habitación y huyó. La noche anterior, había acordado encontrarse con Beatriz en la estación del tren. Camino al encuentro, vio una flor amarilla que llamó su atención. La tomó y siguió. La flor se encontraba en un jardín moribundo, al lado de una casa abandonada a la entrada de la calle principal del pueblo. Beatriz, una joven delgada, de cabellera abundante, larga y lisa, vio llegar a Eusebio, quien le ayudó con su pequeña valija de cuero. Caminaron juntos hacia la taquilla, sacó de su mochila 40 centavos y compró los tiquetes.</p> <p>La locomotora anunció su llegada con un estruendoso silbido.</p>Juan Ayala
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2025-03-252025-03-251265051El beso de la suculenta
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<p>Desde que Leonardo decidió poner fin a nuestra relación yo había llevado al apartamento que alguna vez compartimos a unos seis o siete tipos que me encontraba en discotecas, bares y aplicaciones de citas. Ocho meses de una soltería plagada de hombres, criaturas fugaces, concertados para una o dos noches que no se prolongaban más allá de una comida ligera y el sexo inaplazable para el cual venían y se preparaban. Pero ahora estaba sola, y con la sensación de que ningún otro hombre que conociera iba a colmar ese vacío insoportable que sentía por dentro, allí donde la respiración es solo un hilo continuo que va y viene y no se agota. Tanto era mi aislamiento del mundo exterior que había decidido adoptar una mascota para que aliviara de algún modo esta desazón. Un perro, un gato, un cuy, cualquier animal doméstico que me hiciera compañía y se quedara a dormir y no me abandonara al otro día. Pero luego pensé en la ocupación que me supondría criar un animalito de esos, y desistí de mi objetivo. Fue entonces que se me ocurrió la idea de comprar una planta, pues demandaba menos atenciones que una mascota, y a la mañana siguiente tenía a un costado de mi puerta un tiesto con rueditas del que salían, como brazos, unas flores gordas entre violetas y blancas.</p>Jesús Piñeres
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2025-03-252025-03-251265255Flor de azuca
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<p>Lo único que le faltaba al Paraíso eran las plantas con ojos. Plantas vigilantes. Mi abuela decía que de tanto bañarnos encueros les saldrían ojos. Esa iba a ser la adaptación al morbo del reino Vegetal; la nuestra tuvo lugar en el Paraíso.</p> <p>Y pensar que la flor del piropo, «Mi flor de azuca, mami», sería la primera en el salto evolutivo a la morbosidad. La ola de las décadas anteriores: «Háblale a tu matita, dile que es hermosa», tenía razón. Solo que el piropo no era para ellas. Antes de ver, ya eran buenas escuchando.</p>Fernanda Palomino
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2025-03-252025-03-251265657Petunias de Gea
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<p>Carmen comenzó a sentir la humedad de la sangre recorrerle los muslos y lo primero que pensó fue en las sábanas empapadas. Había dado vueltas en la cama, quejándose en silencio por el dolor, y su esposo al lado de ella no se inmutaba, él había estado discutiendo con Carmen porque ella le manifestó que necesitaba que se ocupara más de sus hijos, ella también trabajaba y, además, hacía todos los deberes del hogar. Su madre, que dormía hacía unos meses en la habitación contigua, vigilaba su estado. Eran las cuatro de la madrugada cuando se sentó al borde de la cama, buscando a tientas las chancletas en medio de la oscuridad para comenzar su trayecto hasta el baño con aquel peso en la espalda, aguantando los quejidos y con los ojos inundados de lágrimas. Ese dolor no le era desconocido. Esta era una niña, podía sentirlo dentro de sí.</p>María Contreras
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2025-03-252025-03-251265859El bejuco escuchador
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<p>Dálida dice que hablarle a una planta que tiene hojas con forma de orejas le resulta patético.</p> <p>Pacho habla entonces del fruto con forma de oreja que se comen las vacas. Un árbol de enorme fronda que los campesinos bautizaron como árbol de las orejas, conocido también como <em>orejero</em>.</p> <p>Dálida responde que tantas formas de orejas le resulta aún más patético en un mundo de tanta gente sorda.</p> <p>—Es que este que vemos ahora —agrega Pacho—, no tiene forma de orejas, son orejas verdesoleadas unidas a este bejuco silvestre que se usa en casas y apartamentos para que la gente que vive sola y habla sola pueda sentirse escuchada. Lo raro ahora es que todos los bejucos se van muriendo cuando les comienzan a hablar, no sucedía así en el pasado, según los relatos de mis ancestros.</p> <p>Dálida explica que hablarle a una planta que es incapaz de escuchar es un acto irracional de generaciones poco o nada ilustradas.</p>David Lara Ramos
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2025-03-252025-03-251266063La inaplazable integración de saberes
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<p>Las ilustraciones de Adrián Silgado, cuyas imágenes ocupan la mayor parte de esta edición y los textos fantásticos que han surgido a partir de ellas, configuran, a mi modo de ver, la integración de saberes de forma perfecta. Al decir integración me refiero a diversos componentes que se alían para producir esta experiencia estética, que hoy presento con orgullo.</p> <p>El ejercicio planteado por Adrián Silgado, un joven talento de la Institución Universitaria Bellas Artes y Ciencias de Bolívar, a los integrantes del Taller de Escritura Creativa Cuento y Crónica de nuestra Universidad, marca también la idea de una alianza humana permanente, que va mucho más allá de vínculos o relaciones institucionales. Estamos materializando una universalidad de aproximaciones que se funden con propósitos distintos y producen facturas diversas. Al final, la obra pictórica deslumbra sin el texto y el texto se hace más independiente en la interpretación de los lectores.</p>William Malkún
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2025-03-252025-03-2512633